Cuando la pandemia del COVID-19 se propagó por primera vez en China, las empresas de todos los rubros experimentaron (y aún experimentan) interrupciones en sus cadenas de suministro debido a los cierres ordenados por el gobierno. China contribuye con el 28 por ciento de la producción manufacturera mundial, lo que la convierte en el mayor fabricante del mundo y en un centro en el que dependen muchas empresas. Aunque algunas compañías comenzaron a trasladar a sus proveedores a otros países asiáticos, como India y Vietnam, la naturaleza global e incierta de la pandemia significa que las cosas están en constante cambio.
A medida que los casos de COVID-19 continúan aumentando y extendiéndose en todo el mundo (en la actualidad 213 países y territorios informaron casos de coronavirus), las empresas deben garantizar que su cadena de suministro sea resistente a corto, mediano y largo plazo. Ya sea intentando diversificar a los fabricantes o cambiar a soluciones digitales, esto es lo que debe hacerse para mitigar los riesgos en su cadena de suministro.
El brote del COVID-19 afectó a la cadena de suministro de diversas maneras. Algunas regiones, como los Estados Unidos, impusieron restricciones a la exportación de productos y suministros médicos para evitar la escasez interna en la lucha contra el coronavirus. De manera similar, China endureció las restricciones a la importación de carne, productos lácteos y otros productos alimenticios, y ahora les exige a las compañías que certifiquen que sus productos no están contaminados con la enfermedad.
Las demoras también son comunes, ya sea debido a los cierres ordenados por el gobierno, como el que experimentó China, o debido a la reducción en la fuerza laboral, dice Riza Buditomo, socia del Grupo de Impuestos y Comercio de Hadiputranto, Hadinoto & Partners, con sede en Indonesia.
“Observamos que hay demoras en el suministro de productos debido a la falta de personal, porque ahora la circulación de personas está bastante restringida”, explica.
Buditomo agrega que las fábricas también se readaptaron para fabricar productos fundamentales y de gran demanda, como desinfectante de manos y equipo de protección personal. La fluctuación en la demanda de los clientes también contribuye a las interrupciones en las cadenas de suministro, ya que es difícil para las empresas saber en qué momento podrán volver a abrir, con qué rapidez los clientes recuperarán la confianza y qué es lo que comprarán.
Cuando determine la mejor manera de fortalecer su cadena de suministro, lo primero que debe hacer es revisar en detalle los términos y condiciones de todos los contratos celebrados con compradores y proveedores. Hacer esto le ayudará a planificar qué medidas puede tomar si negocia con una contraparte que tiene dificultades económicas o si usted mismo tiene problemas financieros. También puede trabajar con sus contrapartes para modificar su contrato (es decir, hacer enmiendas, agregar o de otro modo modificar sus contratos existentes); solo recuerde documentar esos acuerdos nuevos.
“Es muy importante tener un claro entendimiento de sus derechos y obligaciones contractuales”, dice Kwun Yee Cheung, socia del despacho de abogados Baker McKenzie. “Analice sus opciones minuciosamente: ¿Es un acuerdo exclusivo? En caso afirmativo, ¿se produjo un hecho interviniente o un derecho de rescisión? ¿Cuáles son los requisitos de notificación, en caso de que desee rescindir?”
Los hechos de incumplimiento generalmente se encuentran redactados en un contrato, afirma Cheung. “¿Hacer esto incluye un incumplimiento?” se pregunta. “También puede haber incumplimiento de seguridad, así que esa es la otra cara de la que tienes que ser consciente, y ¿existen obligaciones que mitigar?”
Cheung agrega que también es importante considerar cualquier licencia para herramientas y maquinaria. ¿Todas las licencias son controladas por su proveedor o están bajo su control? “Sea consciente que usted mismo debe asegurarse de no actuar de manera inconsistente con los términos del contrato, para evitar incumplir con este”, advierte. “Solo con tener en claro estas opciones y las posiciones jurídicas, usted sabe dónde está parado y tendrá una posición mucho mejor para decidir qué hacer desde una perspectiva comercial”.
Una vez que tenga una idea clara de su posición jurídica, puede pasar a determinar cuáles deben ser los siguientes pasos. Algunas preguntas que debe hacerse son: ¿El proveedor suministra un producto que es único y no puede reemplazarse con facilidad? Desde el punto de vista económico, ¿existe una necesidad real de buscar alternativas para que su empresa pueda mantener sus operaciones?
Existen diversas formas de abordarlo, dice Cheung, la mayoría de las cuales serán una combinación de soluciones a corto, mediano y largo plazo.
“Creo que, hasta cierto punto, la respuesta dependerá del estado de la relación antes de las actuales interrupciones debido al COVID-19”, cree Cheung. Por ejemplo, si tenía una mala relación con un proveedor que no suministra un producto clave, es posible que desee buscar alternativas. “Tal vez [adquirir] el proveedor sea una opción”, sugiere.
En caso de que tenga un buen proveedor y dependa de él, es probable que desee trabajar en conjunto para superar las interrupciones. “Por ejemplo, es posible que quiera ayudarlos al realizar pagos por adelantado”, dice Cheung. “O podría considerar invertir en el proveedor al adquirir una participación en sus operaciones”.
Si bien muchas empresas podrían haberse preparado para un cierto nivel de interrupción de la actividad comercial, el alcance y el prolongado período de los cierres debido al COVID-19 afectaron a muchas compañías. Si su empresa necesita una entrada de efectivo para mantener las operaciones, Cheung sugiere algunas consideraciones a corto y largo plazo.
“Observe en qué parte puede reducirse el gasto y tome medidas decisivas rápidamente, porque la liquidez y el efectivo para ayudarlo a atravesar el momento difícil serán muy, muy importantes”, subraya. Los inversores externos también podrían ser útiles. Para el corto plazo, Cheung afirma que hay que mirar la refinanciación y, a largo plazo, buscar socios para unirse e invertir en su empresa.
Cheung agrega: “El último punto que quisiera hacer es vigilar los paquetes de estímulo del gobierno… Puede ser muy beneficioso acceder a esos recursos en momentos de tensión financiera.”
Independientemente de que tenga o no una buena relación con su contraparte, es una buena idea diversificar a sus proveedores en el futuro, de modo que no dependa excesivamente de una sola compañía o región. Si decide buscar alternativas, Buditomo tiene algunas sugerencias sobre lo que debe considerar de antemano.
“Si redirecciona la oferta a un nuevo mercado, entonces hay otras preguntas que podría querer hacerse, por ejemplo: ¿existe algún acuerdo de libre comercio que pueda aplicarse para el nuevo contrato de importación? Y, de ser así, ¿cuáles serían las normas de origen aplicables, y pueden sus productos cumplir con el requisito?” dice. “Y, de ser así, ¿cuánto tiempo llevaría obtener el certificado de origen, si es posible, debido a que las restricciones del centro están bloqueadas dentro del país?”.
Teniendo en cuenta que existe tanta confusión en todo el mundo, es muy importante que las empresas conserven una comunicación abierta con sus importadores, exportadores, proveedores y/o fabricantes. De esa manera, las empresas pueden mantenerse al tanto de lo que sucede, no solo con las empresas con las que tienen contratos, sino también de los acontecimientos regionales.
“Los compradores de productos de las personas que tienen que proporcionar importaciones también van a tener que enfrentar sus propios desafíos en la cadena de suministro”, dice Anne Petterd, socia de Baker McKenzie. “Por ende, creo que parte de la estrategia para manejar la cadena de suministro por el COVID-19 va a ser tratar de cambiar los términos de la cadena de suministro y relacionarse con la gente”.
Además de establecer comunicaciones internas, Buditomo agrega que la comunicación habitual con los “principales participantes de la cadena de suministro” también es muy útil para obtener notificaciones anticipadas de los acontecimientos importantes, como las próximas regulaciones, restricciones o reaperturas.
Petterd está de acuerdo con esto y agrega que la comunicación frecuente ayudará a reanudar las operaciones habituales. “Necesitamos mantenernos conectados como parte del estar lo mejor ubicados posible para restablecer rápidamente las cadenas de suministro”, dice.
Es posible que los países tengan que someterse a múltiples confinamientos para contener por completo al coronavirus, lo que significa que es probable que haya órdenes y restricciones gubernamentales continuas que podrían afectar a las cadenas de suministro en un determinado momento.
“Lo que sugeriría es que las empresas armen un equipo para supervisar los cambios”, dice Ivy Tan, una abogada de impuestos y comercio de Baker McKenzie. “Esto tiene por objetivo adelantarse a las restricciones, al monitorear una evolución para que puedan elaborar y ejecutar planes rápidamente de manera que minimice el riesgo de cumplimiento”.
Por lo general, es una buena idea conocer bien las restricciones impuestas en cada una de las áreas de operación, ya que es probable que las leyes locales difieran. Tan dice que, tan pronto como se impongan o levanten las restricciones, el equipo debe averiguar qué es lo que pueden y no pueden hacer las empresas, y si existen exenciones para determinadas empresas o rubros, y en caso de ser así, cómo obtener una exención.
Buditomo agrega que no solo debe monitorear sus propias operaciones, sino que también debe examinar el impacto de la cadena de suministro en los demás. Utiliza como ejemplo el monitoreo de las restricciones gubernamentales: “Si enfocamos nuestra atención en el rápido cambio de las restricciones, así como en mantenernos al tanto, sería útil para nosotros entender dónde está parado el gobierno y cuál será su próxima acción”.