"Abrir un negocio es como dar a luz y criar a un hijo: nadie te dice realmente qué esperar", dice Kei Okumura, fundadora y dueña de Sugarbird Sweets and Teas. "Es desafiante, gratificante y, a veces, muy solitario".
Okumura, madre de dos hijos, cuida y desarrolla su negocio como si fuera uno de sus hijos. Cada mañana, después de guardar el almuerzo de sus hijos, se dirige a su cocina comercial en el centro de Los Angeles y reúne los ingredientes —mantequilla, azúcar, harina, huevos, entre otros— a partir de los cuales crea scones esponjosos que acompaña con sus mezclas personalizadas de tés.
"Son crocantes por fuera y húmedos en el centro", dice Okumura. "Entonces hay mucha gente que regresa y pregunta, ¿qué es? Es el mejor scon que probé en mi vida".
Horas más tarde, los scones están exhibidos en un mercado de productores. Ese día, una mujer se acercó al puesto y le dijo a Okumura que acababa de bajarse de un avión y planeó su viaje de manera de poder ir directo al mercado a comprar sus scones.
Resulta ser que los scones pueden dar una buena impresión y una buena ganancia. Desde su fundación hace 10 años, Sugarbird ha evolucionado de un puesto en el mercado de productores a una operación de catering, y ahora tiene un distribuidor mayorista para ayudarle a llegar a la distribución masiva a hoteles, cafeterías y restaurantes a nivel nacional. Gracias a la creciente popularidad de los servicios de comida a domicilio, Okumura también va a lanzar su presencia minorista en línea, así como una opción de entrega local.
"Estamos en este punto decisivo", explica Okumura. "Es mucho trabajo y requiere de muchos pasos. Es necesario conocer a las personas indicadas, uno debe realmente buscar a la persona correcta para hacer esas preguntas, para formar un lazo y compartir el negocio. Y nadie realmente [te enseña] eso, se aprende sobre la marcha, con pruebas y errores".
Comencé después de los ataques del 11 de septiembre. "Ese acontecimiento despertó muchas emociones. Necesitaba escaparme", cuenta Okumura. Dejó su trabajo en la industria cinematográfica y se fue a París, a la prestigiosa École Supérieure de Cuisine Française, Ferrandi, para seguir su propia pasión por la repostería. Después de graduarse, trabajó en una serie de restaurantes elegantes antes de establecer Sugarbird Sweets and Teas, que comenzó con sus mezclas de tés.
Pronto se dio cuenta de que necesitaba introducir un producto que las personas quisieran comprar con más frecuencia. Cuando encontró una receta única de scones, supo que iría perfectamente con sus tés, y que esa combinación crearía una temática para una fiesta de té, que podría desarrollar como una marca para un negocio de catering. Comenzó con dos sabores de scones, luego los amplió a 18 sabores, incluido uno con un toque especial.
"Quería incorporar mis orígenes japoneses, [e incorporar] tés en mis productos horneados. Entonces, creé un scon de chocolate blanco con té matcha, que realmente se destaca del resto", cuenta Okumura.
La singularidad del scon verde atrajo la atención de los clientes y se convirtió en un producto insignia. Okumura también está constantemente integrando nuevos productos. Cuando se corrió la voz, los hoteles y restaurantes comenzaron a pedir sus productos. "A cada paso del camino, tuve que expandirme, adaptarme, evolucionar y hallar un nicho único que nos diferencie, y seguir el ritmo de las tendencias actuales", añadió.
Cuando Okumura creó un local al público en el centro de LA, necesitó más capital para continuar las operaciones. Se inscribió en el Programa para 10,000 Pequeñas Empresas de Goldman Sachs, un plan curricular intensivo de 16 semanas que brinda a los dueños de negocios la educación empresarial práctica, incluida la contabilidad, negociación, marketing y recursos humanos. A los participantes se les presenta una variedad de opciones de préstamos y desarrollan un plan de crecimiento para sus negocios. También aprenden a mejorar su plan y asegurar financiamiento, y conocen las distintas opciones de préstamos que están disponibles.
"No tenía idea de que había préstamos especiales para pequeñas empresas, especialmente para mujeres y minorías. Creía que tenía que tener el dinero o tener familiares adinerados", dice Okumura.
Una de las opciones financieras que descubrió fue el Programa de Préstamos Community Advantage de la Administración de Pequeñas Empresas de los EE. UU., que le otorgó un préstamo para ayudarla a expandir su negocio de catering.
"Si se busca con mucho esmero, creo que hay muchos subsidios y préstamos especiales disponibles para distintas circunstancias, siempre lo mejor es preguntar. Si no preguntamos, no lo encontraremos", dice Okumura.
“No tenía idea de que había préstamos especiales para pequeñas empresas, especialmente para mujeres y minorías.”
También recibió un micropréstamo del East West Bank para ayudarla con las compras a gran volumen que el negocio necesitaba para crecer, cuando allí previeron posibles problemas de flujo de dinero durante el crecimiento. "Realmente nos ayudó a superar el desafío de nuestro crecimiento y nos mantuvo a flote", explica Okumura.
Sherrie Carr, gerente de la sucursal del centro de LA del East West Bank, dice que generalmente, los préstamos a plazo para pequeñas empresas de hasta $50,000 pueden ayudar a los emprendedores con las necesidades de capital y pueden llevarlos al siguiente nivel. "Esto es grandioso para pequeñas empresas prometedoras. Los emprendedores no tienen una enorme cantidad de crédito, [ni] el flujo de dinero que tienen las empresas tradicionales [porque] recién están comenzando. Entonces, consideramos su crédito personal y la capacidad de pagarlo", expresa Carr. "Tenemos muchas opciones diferentes que intentamos personalizar para los clientes".
Ambas hablan más sobre eso aquí:
Okumura alienta a los emprendedores a trabajar en red con sus pares, y se reúne con un grupo de panaderos, gastrónomos y dueños de negocios regularmente. Es un intercambio abierto donde los miembros comparten historias de sus batallas, consejos e ideas entre todos.
"Es difícil que las personas sean francas sobre algunas de las cosas a las que nos enfrentamos como emprendedores, y tener un grupo seguro que te permita compartir consejos sobre proveedores, nuevas leyes, novedades e ideas de marketing [nos ayuda] a todos a vender mejor", dice Okumura.
También reconoce el mérito de Carr por presentarle a otros dueños de negocios y ayudarla a expandir su red.
"Tengo algunos amigos y mentores que me han brindado su apoyo, fueron mi guía en todas las dificultades, compartieron conmigo todas las pruebas y errores que han hecho para que no hiciera lo mismo", concluye Okumura. "Siempre hay historias que te hacen sentir que no estás sola en esta travesía".