¿Cómo prefiere pagar las cosas cuando sale a algún lado? Tal vez solía llevar dinero en efectivo antes de la pandemia del coronavirus pero ahora se siente más cómodo pagando sin contacto. Si es así, no está solo. Según un estudio de PYMNTS y Visa, la pandemia solo ha acelerado la modernización y digitalización de los procesos de pago, ya que el 80% de los estadounidenses encuestados dijeron haberse adaptado a las nuevas experiencias de pago y a los pagos sin contacto por creer que el manejo de dinero en efectivo podría exponerlos al COVID-19.
Hemos recorrido un largo camino desde que empezamos a usar dinero físico en forma de monedas y billetes allá por el año 700 A.C. en China. Y, si bien los cheques de pael surgieron en Holanda en el 1500, la evolución y variedad de los sistemas de pago recién despegó efectivamente a fines del siglo 20 con la llegada de las tarjetas de débito y crédito. De allí pasamos rápidamente a la actualidad, donde hay una gran variedad de formas de procesar las transacciones financieras, desde los terminales inteligentes hasta el pago a través de teléfonos inteligentes (Smart phones).
“Parece que ahora estamos comenzando a ver que todos esos rumores y predicciones acerca de la disrupción de pagos, los nuevos tipos de pagos, la innovación y la colaboración entre los bancos y las fintechs se ha vuelto realidad”, dice Jesse Sandoval, vicepresidente senior y director de pagos globales GTS del East West Bank. “Ya han dejado de ser predicciones. Estas tendencias son reales y están empezando a tomar un gran impulso”.
Estas son las diferentes opciones y procesos de pago que han surgido y que continúan evolucionando.
Estas tarjetas rectangulares de metal y plástico hicieron su debut allá por de la década de 1930, reemplazando a las monedas físicas. Cuando los bancos y los sistemas de pago comenzaron a progresar, la moderna tarjeta de pago y la idea de un modelo de compre ahora y pague más adelante llegó formalmente en 1950 con la tarjeta Diners Club. Con la implementación de instrumentos financieros y la aceptación social de las tarjetas, la tecnología del pago con tarjeta creció a pasos agigantados.
Para fines de la década del 60, los principales bancos y cooperativas de crédito emitían tarjetas de débito asociadas a las cuentas bancarias de los clientes. Esto dio origen a los cajeros automáticos, que eventualmente se convirtieron en el método preferido para acceder al capital, gracias a la comodidad de la transacción. En 1994, se insertaron chips metálicos en las tarjetas como una medida de seguridad adicional y todos los sistemas de puntos de venta (POS) debieron actualizarse para adaptarse a este cambio.
“Los sistemas de puntos de venta, o terminales inteligentes, de hoy son totalmente diferentes a los de hace 20 o incluso 10 años”, dice Dustin Sullivan, vicepresidente y gerente de ventas comerciales nacionales del East West Bank. “Ahora, son equipos que ayudan a potenciar su negocio. Hacen que todo sea más simple y eficiente y permiten a los comerciantes tener un enfoque más holístico del manejo de sus operaciones diarias. Ya no es una simple máquina procesadora de tarjetas sino un software con un conjunto completo de servicios.”
Con el ritmo acelerado de la sociedad actual, no es de sorprender que las tarjetas sean el método de pago preferido de nuestros consumidores. Según el Análisis de Crédito de Consumo de Experian 2019, el estadounidense promedio lleva cuatro tarjetas de crédito, cada una por diferentes motivos, como financiación sin intereses o programas de recompensas.
Los teléfonos inteligentes han revolucionado la forma en que nos comunicamos y nos vinculamos con el mundo, y esto también aplica al aspecto financiero de nuestra vida. El progreso de los pagos digitales tuvo un gran impulso con la aparición del COVID-19, que causó el rápido abandono de los métodos de pago más antiguos, como las transacciones en efectivo e incluso con tarjeta de crédito, y una marcada inclinación hacia los pagos digitales. De acuerdo con TechCrunch, el uso de pagos móviles en las tiendas creció un 29% en 2020 y los expertos predicen que habrá más de 101,2 millones de consumidores que adoptarán los pagos móviles de proximidad en 2021.
Las aplicaciones móviles como Venmo, Splitwise y Mint también hicieron que sea más fácil para el consumidor acceder, manejar y pagar sus fondos. Además, la mayoría de los bancos ahora tienen sus propias aplicaciones que sus clientes pueden descargar en sus teléfonos para realizar operaciones bancarias desde su celular.
“Parece que ahora estamos comenzando a ver que todos esos rumores y predicciones acerca de la disrupción de pagos, los nuevos tipos de pagos, la innovación y la colaboración entre los bancos y las fintechs se ha vuelto realidad”-
En particular, los servicios de pagos móviles como Apple Pay, Google Pay y Samsung Pay han aumentado enormemente su popularidad. Con un software seguro, este servicio de pago móvil se puede descargar desde cualquier tienda de aplicaciones y allí se puede llevar virtualmente todo, desde tarjetas de crédito hasta cupones. A medida que los consumidores fueron adoptando cada vez más este método de pago, los comerciantes tuvieron que adaptarse. Una encuesta realizada por National Retail Federation and Forrester arrojó que los pagos sin contacto aumentaron un 69% en los comercios minoristas y ahora el 67% acepta algún tipo de pago sin contacto, como un pago móvil o tarjetas sin contacto.
“Los comerciantes todavía no entienden bien cómo funcionan los pagos móviles”, acota Sullivan. “El otro día, estaba en un restaurante y pregunté por Apple Pay, y me dijeron que solo aceptaban Visa. Les expliqué rápidamente que es la tarjeta de crédito que está vinculada a un software de pago móvil como Apple Pay o Google Pay. Lo mismo ocurre con Venmo o PayPal, que conectan una cuenta bancaria o tarjeta de crédito con tu billetera digital”.
Los comercios con terminales inteligentes pueden incorporar más métodos de pagos móviles sin dejar de cumplir con el Estándar de Seguridad de Datos de la Industria de las Tarjetas de Pago.
Con tantos consumidores que pasan más horas en casa, las compras en línea se han disparado. Este boom del comercio electrónico y el cambio en la conducta de compra, especialmente con la generación más joven, se debe a varios factores, desde los menores costos de envío hasta el marketing en los medios sociales. Solo en los EE.UU. las ventas de comercio electrónico crecieron un 44% en 2020 y se espera que superen los $740.000 millones para 2023.
Vender en los medios sociales, por ejemplo, ha sido una nueva frontera para las empresas. Con la permanente evolución de las tendencias, algoritmos y funciones nuevas que aparecen todos los días en las plataformas de los medios sociales, las empresas deben moverse rápidamente para captar este nuevo flujo de ingresos. El experto en marketing digital y fundador de Mobile Monkey, Larry Kim, aconseja a los empresarios cómo superar a la competencia.
Las criptomonedas y las monedas digitales también han crecido a pesar de sus comienzos pedregosos. Si bien todavía están en una etapa incipiente comparadas con muchos de los demás medios de pago, las empresas no deberían perderlas de vista.
Las empresas que no tienen presencia en línea se están perdiendo un mercado muy importante y deberían cambiar su modelo para incluir los ingresos en línea. Aunque el backend logístico de selección, dotación de personal y envío puede parecer abrumador, las pequeñas empresas pueden dar sus primeros pasos ayudándose con servicios de mensajería externos.
Hay muchas formas de ingresar al mundo del comercio digital, ya sea un restaurante que entrega comida a través de Postmates o una boutique que vende productos a través de Etsy.
Para los comerciantes aprehensivos que no quieren que se les vaya parte de sus ganancias en el servicio de mensajería, tener un terminal inteligente también puede generarles ventas en línea. “Aun cuando todavía no puedan dejar que la gente ingrese a su local o restaurante, pueden continuar vendiendo en línea y ofrecer a los clientes que pasen a buscar su producto por la puerta del local”, dice Sullivan. “Lo importante aquí es que los comerciantes dispongan de estas opciones, y los terminales inteligentes pueden ayudar a que los negocios puedan pasar de los pagos en línea a los pagos sin contacto, además de muchas otras cosas”.
“Con todas estas ideas y opciones de pago nuevas, es clave no reaccionar exageradamente a cada nueva idea”, dice Sandoval, “pero sí estar atento y evaluar las necesidades de los clientes y los sistemas administrativos internos para asegurarse de que sean flexibles y que puedan adaptarse fácilmente a las nuevas tecnologías”.
También es muy importante mantenerse fiel a su identidad y finalidad comercial para poder saber qué sistema es mejor para usted. Si bien no hay un modelo de negocio fácil que pueda implementar automáticamente una estrategia de ventas integral para su negocio, existen herramientas que pueden ayudarlo a crear uno.
“Ya sea que busque una simple máquina de punto de venta para procesar pagos con tarjeta y móviles o quiera realizar un análisis más profundo del comportamiento de compra de los clientes, un terminal inteligente puede ser de gran utilidad para cubrir las necesidades específicas de su negocio”, afirma Sullivan. Estos terminales inteligentes funcionan como una plataforma centralizada para sus operaciones comerciales, y tener implementado un proceso que acepte, organice y almacene los diferentes canales de pago podría ser un salvavidas para los negocios que necesitan adaptarse continuamente.